Año 2011, Silicon Valley. Los jóvenes millonarios no lucían marcas caras ni llevaban coches llamativos. Pero tenían las bicicletas más caras del mundo.
Toda comunidad tiene sus símbolos de status. Algunos resultado del mérito, del esfuerzo o de la solidaridad. Pero hoy parecen dominar los de naturaleza material. ¿Por qué los ídolos del reggaeton y el hip hop no paran de mencionar marcas? Tanta obsesión con lo material no es buena para el Planeta.
Jason Hickel lo sintetiza en la metáfora de la Isla de Pascua: si hacemos del moai nuestro símbolo de status, todo se supedita a construir moais. El fin justifica los medios. Y puede llevar a una explotación de recursos ilimitada que acaba con todo.
El economista Tim Jackson de un paso más y culpa al status del consumismo:
Las cosas materiales generan un lenguaje simbólico que nutre la competencia por el status, que incluye lo novedoso y lleva al consumo desenfrenado. Es el cruce entre estructura económica y sociología, donde la ansiedad demanda más recursos para el sistema. Y la gente se endeuda para continuar en el juego.
Siendo el status una cuestión de modelos de conducta, cambiarlo debería de ser tan fácil como cambiar en quién nos fijamos. Que los referentes de la sociedad dejen de priorizar valores materiales. O cambiar de referentes.
Cuando Ferrán Adriá presume de no tener coche e ir en taxi a todas partes porque ha hecho sus cálculos y es mucho más barato, no sólo envía un mensaje a nuestro bolsillo, nos sugiere un modelo de movilidad alternativo, que puede competir en status a comprar un coche que vamos a tener parado un 96% del tiempo.
Ese es el tipo de modelos alternativos que necesitamos.
Necesitamos un cambio de perspectiva. ¿Qué tiene el status basado en lo material para que nos parezca tan admirable? ¿Vamos a conformarnos con un modelo de status que se basa en acumular cosas que no usaremos y generar basura que se podría evitar?
Y es que el status basado en comprar y comprar no tiene mucho mérito. El status de lo “smart”, ser el que hace aquellas cosas que nos benefician a todos, es mucho más interesante.
Pensemos en los restaurantes. Venimos de una cultura que veía mal rebañar el plato. Ahora que sabemos que dos tercios de la comida se tira a nivel mundial, lo “smart” es evitarlo. Pedir el agua del grifo, llevarse la comida que sobra en la “doggy bag”, incluso la botella si queda vino… y por supuesto apurar el plato, demostrar el compromiso contra el desperdicio alimentario con las acciones. Más que de precio, el status es una cuestión de actitud.
Y son los pequeños cambios sostenidos los que nos cambian la sensibilidad y en consecuencia la perspectiva. Igual que cuando uno ya se ha acostumbrado a separar la basura, el que no lo hace nos causa mala impresión.
Todos somos el referente de alguien más. ¿Qué símbolo de status queremos dejarle? ¿Podemos hacer trendy lo que es bueno para nosotros? ¿Podemos hacer de lo material lo que usamos y no lo que somos? Hay muchas cosas que podemos hacer sin demasiado esfuerzo, como por ejemplo:
Cultivar el cuerpo y el espíritu. Cuidarnos. Invirtiendo en nosotros en lugar de en cosas materiales. En cosas que “nos llevamos puestas”. Mejor una suscripción a Strava, a Spotify o a tu autor favorito en Substack que otro objeto condenado al abandono prematuro.
Pasarse al minimalismo. Un hogar con menos cosas es un hogar con menos distracciones y más tiempo de calidad. Más fácil de disfrutar. Menos es más.
Producir menos basura. Renunciando a lo que no es necesario. Pasándonos a los envases duraderos. Aprovechando lo que ya tenemos siempre que sea posible.
Hacer durar las cosas. Retomar buenas costumbres del pasado, como cuando la vida de las prendas se estiraba al máximo. Hay generaciones que ya han nacido en pleno auge del fast fashion y pueden no saber que antes las cosas duraban mucho más. Hay que volver a presumir de lo que dura lo que uno lleva puesto. De la calidad. Contar los años. Y volver a poner de moda los parches de codo y rodilla que alargaban la vida de camisas, jerseys y pantalones. Hacerlos un signo de distinción.
¿Y si cambiar el modelo de status fuese la forma más rápida que tenemos para aliviar al Planeta? ¿Y pudiendo empezar desde hoy?
Tenemos una oportunidad inmediata, ahora que todos andamos como locos comprando regalos. ¿De verdad queremos incomodar a los que queremos con cosas que no necesitan y les estorbarán? Ayudémosles a reducir el componente material en sus vidas. Hacer menos, tener menos, esforzarse menos, disfrutar más, puede convertirse en un nuevo símbolo de status.
Cambiando estos símbolos, consumiremos mucho menos sin reducir nuestra felicidad. Pondremos en valor el respeto por el Planeta y fomentaremos otro modelo económico. Y aunque no lo llamemos así, estaremos practicando el degrowth. Como herramienta, que no como ideología. Un decrecimiento selectivo, o tal vez un crecimiento sostenible. Con estilo. Sin demagogias ni dramatismo. Sin tan siquiera sonar a utopía.
Porque hacer lo que uno quiere, eso sí que da status. Sobre todo si beneficia a los demás. Como decía Mahatma Gandhi, “sé el mundo que quieres ver”. Hack the status.
MUCHOS insights (como siempre) de tu articulo Jose Maria.
"Todos somos el referente de alguien más."
Después de leer esta idea que compartes,
merece la pena pararese un segundo, y volver a leer esta frase.
Porqué me acuerdo todavía de cuándo me hicieron "una oferta que no podía rechazar" 😉 y dejé mi primer trabajo:
los comentarios de despedida que me hicieron mis compañeros de trabajo me sorprendieron y mucho.
Hacián referencias a cosas que había dicho y cosas que había hecho y maneras de hacer las cosas que realmente no pensaba que nadie estuviera notando.
Maneras de ser que aplicaba no por querer convencer o impactar sino porqué me parecían comportamientos de lo más normales.
TODOS SOMOS EL REFERENTE DE ALGUIEN
Lo que hacemos / decimos / compartimos SÍ que puede impactar a alguien para bien o para mal.
NO, no es que todos estén pendientes de lo que hacemos y tenemos que tener cuidado con lo que decimos y hacemos, en absoluto.
"Los demás" nos prestan atención un nano segundo y luego ponen su atención en otra persona u cosa, así que tranquilidad total que NO, no estamos al centro de la atención del mundo 😁
Pero sí que "todos somos el referente de alguién"
Me ha gustado Chema.
Las coderas significan mucho, ja, ja