Reducir no sólo es un principio básico de las “3R" de la economía circular, es casi un principio para la vida. Como bien capta Wim Wenders en “Perfect Days”, probablemente la película más trascendente de 2023, la felicidad va más de disfrutar la vida que hemos elegido que de tener mucho.
En un mundo de abundancia material, lo que escasea es el tiempo, y hay que defenderlo contra lo que nos lo roba. Darle a las cosas la atención que se merecen. No más. Saber cuáles son esas pocas cosas que mejoran nuestra vida o, como dice Marie Kondo, que nos desprenden alegría.
Y es que las cosas no sólo cuestan dinero. Las cosas nos quitan el tiempo. Reducir el consumo innecesario no sólo es bueno para el Planeta, es una inversión egoísta en una mejor calidad de vida.
En “La Mudanza”, Javier Saura acerca esta reflexión al nivel de fórmula. Consciente de que los objetos nos demandan tiempo y dinero, su protagonista, Laura, resume lo que los objetos nos piden en el acrónimo MOPA: Mantener, Ordenar, Proteger y Aprender a Usar. Y decide deshacerse de aquellos que no le dan lo suficiente para compensar estas obligaciones.
James Clear da un paso más al preguntarse qué es la riqueza y avisa que hacerse rico en términos de dinero no lleva normalmente a disponer de más tiempo, sino todo lo contrario. Tenemos que elegir dónde está el valor para nosotros.
lo tiene claro: La verdadera riqueza es decidir a qué dedicas tu tiempo, que es el recurso más escaso. Con la paradoja de nuestros tiempos: Mientras los grandes inventos del siglo XX como la lavadora o el tractor liberaron horas, hemos pasado a inventar artilugios para llenarlas, como la televisión o el teléfono móvil, cuyas pantallas son vampiros de nuestra atención.No necesitamos tantas cosas. De hecho, necesitamos menos. El lujo no está en la acumulación. Reutilizar esa caja de regalo tan bonita que guardaste puede hacerte más feliz que comprar una en la sección Orden en Casa del Ikea. Tener el armario despejado, sin ropa que no vas a utilizar, es algo que agradecerás cada mañana.
Y, de paso, el bonus de una conciencia tranquila por no ser cómplice de convertir el Planeta en un gran basurero. Que también sienta muy bien. Volviendo a las “3R" de la economía circular, reciclar no es suficiente, es en las otras dos, reducir y reutilizar, donde puedes marcar la diferencia.
La riqueza no la dan las cosas que acumulamos, la da a qué dedicamos nuestro tiempo y cómo nos hace sentir. Libérate de lo que no necesitas y encuentra tus días perfectos.
Creo que el truco está en saber distinguir qué objetos nos proporcionan tiempo y cuáles nos lo quitan, pero eso es fácil. El gran reto comienza después: y ahora qué hago con mi tiempo?