Gracias a ti por compartirla, es muy buena historia. Y a su vez muy representativa, particularmente en USA - eso de tener que abrir la ventana en invierno porque el calor de la calefacción es insoportable por lo ilógico de su programación. Aunque no siempre provoca uno complicaciones involuntarias a los demás :)
Qué tema tan clave, José María. Los hábitos que antes nos ayudaban a alzanzar el confort térmico (añadir o quitar capas de ropa, adaptar la alimentación y bebida, realizar actividad física, etc.) han sido reemplazados por la capacidad de los sistemas de calefacción y aire acondicionado de ofrecernos la temperatura del aire que deseemos en cada momento.
Tu experiencia es un recordatorio de que reconectar con los ciclos naturales, en lugar de aislarnos de ellos, trae beneficios tanto para la salud como para el medio ambiente. Es clave expandir nuestro rango de confort. Bravo.
Exactamente. Qué buen resumen. Disfrutemos de cada estación y adaptemos nuestra actividad y vestimenta, aprovechando los avances que nos aíslan de ellas de de forma comedida.
Gracias Fran por tu comentario y tus ejemplos inspiradores, es bueno encontrar puntos de coincidencia en cosas aparentemente sin importancia pero con consecuencias
Teniendo una casa de varias plantas con una escalera que extiende el frío entre estancias, el consumo de calefacción es algo a controlar. Con la subida de precios por la guerra me entró el miedo y lo empecé a controlar. Yo tengo los termostatos en invierno a 19 grados, sin variaciones por el día y por la noche (no son inteligentes). Eso sí, por eso de no utilizarla cuando no es necesario, este año he programado la caldera para que sólo se encienda en horas concretas, por la tarde y a principio de la mañana. En total menos de 12 horas al día. No sé si eso es eficiente o no, porque tengo suelo radiante, pero la verdad es que al menos por confort no hace falta más. Aunque mi mujer a veces se queja... pero yo le digo que se abrigue!! Que como bien dices, la chaqueta es algo a tener siempre encima en invierno!
¡Gracias por la mención! ¡Me alegro de que mi historia haya merecido una referencia!
Gracias a ti por compartirla, es muy buena historia. Y a su vez muy representativa, particularmente en USA - eso de tener que abrir la ventana en invierno porque el calor de la calefacción es insoportable por lo ilógico de su programación. Aunque no siempre provoca uno complicaciones involuntarias a los demás :)
muy interesante Chema. Estoy en una distancia termostática de 7 grados. No llego a tus 9, por ahora,... aunque voy a intentarlo
7 no suena nada mal, y si lo intentas, seguro que lo consigues, yo veo los 9 muy difíciles de superar. Ánimo y gracias por tu comentario!
Qué tema tan clave, José María. Los hábitos que antes nos ayudaban a alzanzar el confort térmico (añadir o quitar capas de ropa, adaptar la alimentación y bebida, realizar actividad física, etc.) han sido reemplazados por la capacidad de los sistemas de calefacción y aire acondicionado de ofrecernos la temperatura del aire que deseemos en cada momento.
Tu experiencia es un recordatorio de que reconectar con los ciclos naturales, en lugar de aislarnos de ellos, trae beneficios tanto para la salud como para el medio ambiente. Es clave expandir nuestro rango de confort. Bravo.
¡Y muchas gracias por la mención!
Exactamente. Qué buen resumen. Disfrutemos de cada estación y adaptemos nuestra actividad y vestimenta, aprovechando los avances que nos aíslan de ellas de de forma comedida.
Gracias Fran por tu comentario y tus ejemplos inspiradores, es bueno encontrar puntos de coincidencia en cosas aparentemente sin importancia pero con consecuencias
Teniendo una casa de varias plantas con una escalera que extiende el frío entre estancias, el consumo de calefacción es algo a controlar. Con la subida de precios por la guerra me entró el miedo y lo empecé a controlar. Yo tengo los termostatos en invierno a 19 grados, sin variaciones por el día y por la noche (no son inteligentes). Eso sí, por eso de no utilizarla cuando no es necesario, este año he programado la caldera para que sólo se encienda en horas concretas, por la tarde y a principio de la mañana. En total menos de 12 horas al día. No sé si eso es eficiente o no, porque tengo suelo radiante, pero la verdad es que al menos por confort no hace falta más. Aunque mi mujer a veces se queja... pero yo le digo que se abrigue!! Que como bien dices, la chaqueta es algo a tener siempre encima en invierno!
Eso es un plan! Y el suelo radiante seguro que ayuda. Gracias por compartirlo Angel